miércoles, 2 de enero de 2013

Un ojo puesto en el final del camino

El último tramo de la escritura de 'Su muerte, gracias' está siendo bastante accidentado.

El hecho de tener menos tiempo libre debido a estas tan polisémicamente dichosas fiestas navideñas se ha aliado con la dificultad de tener que entrelazar ahora todos los distintos hilos desplegados a lo largo del manuscrito para encaminar la historia hacia su final, desembocando en un bloqueo creativo bastante serio del que sólo he podido salir a golpe de tecla.

Y es que la mejor forma de derribar un muro que te impide avanzar es golpeándolo con un ariete cuya contundencia sea directamente proporcional a la molestia que suponga ese muro.

Eso es así, y siempre lo será

Así que, tecla a tecla, he conseguido hacer que al agua vuelva a fluir por esas cañerías creativas que tan atascadas se me habían quedado por el poco uso y el aún menor abuso al que las estaba sometiendo últimamente. Y al hacerlo, oh sorpresa, he llegado a ver el final de la primera etapa este camino que tanto tiempo llevo transitando.


Éste es el aspecto que tiene la parte más presentable de mi escritorio. Papel, boli, un ordenador de sobremesa con un fondo de pantalla que me recuerde que debería estar trabajando cada vez que los fantasmas de Internet hacen que mi atención vuele lejos del procesador de texto... y un tablón magnético en el que cuelgo la planificación de las siguientes escenas que voy a tener que escribir.

Las escenas las escribo en desorden, dedicándome cada día a escribir la escena que tengo más clara dentro de mi cabeza y anotando en su correspondiente tarjeta un número identificativo del documento informático en el que podré encontrar el texto cuando empiece el baile de escenas a lo largo del proceso de corrección.

Pero, sea como sea, el tablón muestra las siguientes escenas que debería escribir para llegar a mi destino.

Y en este caso, desde hace unos días, ese tablón no muestra sólo las siguientes escenas que tendré que escribir, sino que muestra todas las escenas que deberé escribir para dar por terminada esta primera versión larga de 'Su muerte, gracias', que es algo muy diferente.

Ahora mismo, de algún modo me reconforta saber que sólo me separan seis escenas del final de manuscrito.

Luego llegará el descanso, la corrección, la búsqueda de editoriales, la búsqueda de alternativas si pienso que el manuscrito merece ver la luz a pesar de las negativas de esas editoriales, el sopesar cuál sería el mejor modo de hacer llegar esta novela a sus potenciales lectores, el pensar si merecería la pena autoeditarse o no, el...

Pero todo eso llegará después.

No perdamos la perspectiva, porque todavía me separan seis escenas del final del manuscrito.

Y a veces ése puede ser un camino muy largo.


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2 comentarios:

  1. ey, pues ojalá y te rinda, la foto ha sido muy instructiva, muy bueno el esquema, con tu permiso me lo robaré para mi propio sitio de trabajo. Como dicen en tu tierra: En horabuena

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    Respuestas
    1. ¡Me alegro de que la foto te haya servido! Tengo pensado escribir una entrada sobre El Tablón (así, con mayúsculas) para www.comoescribirunlibro.com en un futuro cercano.
      Hay gente que prefiere ir descubriendo la historia poco a poco, pero la verdad es que yo soy de los que creen que una buena planificación inicial facilita mucho las cosas.
      Gracias por comentar...

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